martes, 3 de julio de 2007

Qué hubiese sucedido si....

A veces me pongo a pensar qué habría pasado si la cultura griega no hubiese entrado en decadencia… cuál habría sido el devenir de la humanidad si aquellos filósofos de lo natural hubiesen seguido persistiendo con su maravillosa forma de pensar y de sentir el mundo…

Tal vez, figuras como Newton o Leibniz habrían surgido en el S. III o IV, Einstein o Dirac en el S. VI o VII,… puede que nos hubiésemos evitado toda la oscura y lamentable Edad Media… puede que ahora nos correspondiese estar explorando otros mundos lejos del Sistema Solar…

Una losa enorme se cernió sobre el mundo occidental, aplastando el amor a lo racional. Nos convertimos es esclavos de un Señor… hasta que supimos despistarle poquito a poco…

lunes, 2 de julio de 2007

Los griegos

En cuanto a los griegos, en el S. VI a.C y sin saberse muy bien las causas, se produce un cambio en el modo de formular las preguntas. Sorprendentemente, inician una búsqueda racional a los procesos que se dan en la naturaleza, dando unas merecidas vacaciones a las deidades. Es en ellos dónde, por primera vez, los mitos quedan renegados al mundo religioso.

Alguno de estos titanes de la razón llegó a calcular el radio de la Tierra, la distandia desde la Tierra a la Luna, el radio de la Luna, la distancia entre la Tiera y el Sol en el S. III a.C. Es de destacar que 25 siglos después aun hay celoso creyentes en sus dioses que defienden una Tierra plana. Puedes encontrarlos en la siguiente dirección, por ejemplo:

Flat Earth Society

Lamentablemente, estas buenas maneras de los griegos fueron sepultadas por más de una decena de siglos de irracionalidad cristiana… aunque, como ya hemos dicho antes, fue en las manos de los cristianos de donde salió la ciencia que hoy tenemos.

domingo, 1 de julio de 2007

El relato hebreo de la Creación

Los hebreos poseen dos relatos distintos sobre la Creación: Génesis I y Génesis II. Génesis II pertenece a la llamada fuente Yavista, de composición mucho más antigua que la del Génesis I, sobre la que nos vamos a detener ahora.

Génesis I es un relato mítico escrito por sacerdotes hebreos en el S. V a.C, durante su destierro en Babilonia. Está fuertemente influenciado por mitologías orientales. Pero tiene algunos rasgos de originalidad…
En efecto:
El dios de turno no engendra a otros dioses. Además, después de terminar su obra, lo deja todo en manos de los hombres…
En este caso hay cierto grado de libertad para pensar en la naturaleza de un modo más independiente. Es curioso que los judíos jamás fueron capaces de hacer ciencia. De todos modos, sus creencias las compartieron con los cristianos, los que muchos siglos después, y gracias a ese relajo celestial, fueron capaces de emanciparse hacia lo natural con una perspectiva abierta.

Esos seres míticos que metian sus manos en todo...

Las respuestas a semejantes cuestiones siempre estaban depositadas en los mismos seres: los dioses. Fueron los dioses los que habían creado nuestro entorno, éramos el fruto de sus caprichos y nuestro destino se hallaba en cierta forma en sus manos.

En los primeros relatos de este tipo que nos han llegado hay elementos comunes a todos ellos:
En el comienzo siempre hay un caos… hasta que, de repente, entra en escena los dioses. Estos seres mitológicos engendran a otros parecidos, hasta que de alguno de ellos surge el ser humano.

Este esquema de pensamiento está sumamente alejado del requerido para llegar a obtener explicaciones científicas… De ningún modo se puede hacer ciencia si estamos suponiendo la existencia de dioses que “toquetean” malévolamente todo cuanto nos rodea.

Para salir de esta cárcel mental, de este sometimiento divino fue necesario cierto relajamiento en las creencias. Ello lo encontramos en dos instantes: Por un lado, en Génesis I, el relato hebreo de la Creación y por otro lado en la peculiar forma de pensar de los griegos.